
José Antonio_La Cal
BIOLIZA
Actualmente, sectores como el oleícola se enfrentan al enorme reto de la sostenibilidad, en el que llevan trabajando algunos años, si bien con resultados poco prometedores en la mayoría de los casos. Uno de los principales problemas con los que se enfrentan en este ámbito es el de la eficiente, sostenible y competitiva gestión de los residuos y subproductos que generan. En el caso del sector oleícola subproductos y no residuos, puesto que todos los que se obtienen en la almazara (orujo, hueso, hojín y agua residual) son reutilizados en procesos posteriores con mayor o menor rendimiento.
Uno de los que más problemas está generando actualmente al sector oleícola es el orujo, también conocido como alpeorujo. Tradicionalmente ha sido, y sigue siendo, la materia prima de las industrias extractoras u orujeras, las cuales se han ocupado de su gestión, obtenido a partir de él como productos principales aceite de orujo de oliva y orujillo.
Esta alternativa tradicional está atravesando por un momento de tensión en los últimos 2-3 años como consecuencia de las elevadas cosechas de aceituna, de los mayores grados de agotamiento en las almazaras y de su bajo contenido en hueso, a la vez que mayor contenido en agua (> 70%). Todo esto reduce el beneficio del extractor debido a que tiene que acometer nuevas inversiones y que sus gastos operativos, en algunos casos, se han incrementado bastante.
Existen un conjunto amplio y variado de alternativas para la valorización de este subproducto, en diferente grado de maduración tecnológica. Una de ellas es la gasificación, que consiste introducir el orujo, una vez seco, en un gasificador para la generación de un gas denominado “syngas”. Este syngas puede usarse, en función de las necesidades de la agroindustria, en tres ámbitos: para la generación de energía eléctrica y térmica mediante cogeneración, para su inyección en caldera solo o mezclado con gas natural para generación térmica (agua caliente, sobrecalentada, vapor, …) o para la obtención de H2 verde.
En la ponencia se va a describir un proyecto de planta de gasificación de orujo graso seco para la generación de energía eléctrica (1 MWe) y térmica en una industria oleícola. También, se citarán todas las ventajas que va a suponer esta inversión para el promotor de la industria, Aceites Guadalentín, S.L., una empresa familiar radicada desde hace bastantes años en el termino municipal de Pozo Alcón, provincia de Jaén.